El Presidente de la República Comandante Daniel Ortega manifestó que el capital más enorme del pueblo nicaragüense es la dignidad, la humildad y una riqueza moral.
“El capital del pueblo nicaragüense es la moral, la dignidad, la lealtad con esta tierra, con esta tierra donde aquí tenemos el acero. Este ejército que tenemos hoy es de acero por su firmeza, no porque tengamos bombas atómicas, ni porque tengamos cohetes de larguísimo alcance, pero sí tenemos una dignidad, una fortaleza, una valentía y una lealtad con la patria más grande más poderosa que cualquier bomba atómica”, dijo el dirigente sandinista.
Añadió que este acero que es el Ejército de Nicaragua se viene forjando desde las luchas de nuestros pueblos indígenas con el cacique Diriagén, Nicarao y otros caciques de otras zonas del país que le hicieron resistencia a los colonizadores.
“No se rindieron, no se rindieron y prefirieron dar la vida antes que doblegarse ante los conquistadores. De ahí surge el espíritu de nuestro pueblo, la fuerza moral de nuestro pueblo y de nuestro Ejército y luego llega el momento de la independencia de nuestro país”, señaló.
Afirmó Daniel que cuando se proclamó la independencia la principal autoridad religiosa de Nicaragua “se opuso a la independencia de Nicaragua, se opuso a la independencia de Centroamérica, ahí está en los libros de historia”.
En esa época eran momentos de lucha de los pueblos de Nuestramérica, con los pueblos del sur con el general Simón Bolívar a la cabeza y los pueblos del norte con los grandes luchadores mexicanos.
“La independencia en Centroamérica y llevábamos apenas unos cuantos años independiente, cuando ya teníamos aquí a los esclavistas, expansionistas yanquis encabezados por William Walker y Walker ya sabemos todos la historia, se hizo presidente de Nicaragua y tuvo la bendición del gobierno norteamericano y también de altos cargos de la iglesia católica aquí en el país que lo alabaron, lo promovieron, incluso fueron nombrados representantes por Walker ante el gobierno de los Estados Unidos, allá fueron ellos como representantes”, dijo.
Agregó que en ese momento el acero que seguía fundiendo con la lucha de nuestros antepasados indígenas, la retomó el pueblo nicaragüense y ahí el ejército que defendió la dignidad encabezado por el General José Dolores Estrada.
“Libraron la batalla contra los invasores en condiciones de inferioridad técnica porque el armamento que traían los invasores era mucho más avanzado que el que tenían nuestros hermanos en esos momentos de lucha y ahí sale el brazo de Andrés y el brazo de Andrés es el brazo de todos ustedes queridos hermanos y derrotamos, el pueblo nicaragüense en esos años derrotamos al invasor yanqui, lo derrotamos, una hazaña que solamente le da el coraje de un pueblo con dignidad y que sabe reaccionar aún en los momentos más críticos y más difíciles y luego vino la revolución liberal y fueron formándose una institución con espíritu libertario, soberanista, pero vino el imperio yanqui y derrocó al jefe de la revolución liberal al General José Santos Zelaya y quienes levantaron la bandera en ese momento para enfrentar a las tropas yanquis combinadas con los vendepatrias que avanzaron hacia Masaya, hacia el Coyotepe donde se libraba la batalla, los nicaragüenses dignos encabezados por el General Benjamín Zeledón”, añadió el mandatario nicaragüense.
Subrayó que ese coraje y esa fortaleza del General Zeledón demostró una vez más la dignidad y lealtad hacia el pueblo nicaragüense.
“Así como la sangre y el espíritu de Diriangén, de Nicarao, de José Dolores Estrada y Andrés Castro, la sangre y espíritu del General Zeledón siguió fundiendo el acero y quien en ese momento le cogió en su alma, en su corazón la dignidad para seguir forjando el acero nuestro General Sandino que era un muchacho que vio cuando los yanquis paseaban el cadáver de Zeledón para sembrar terror y en el General no sembraron terror, sembraron amor a la patria, amor a la libertad, amor a la soberanía y eso llevó a nuestro General Sandino luego a enfrentarse y derrotar a las tropas yanquis”, prosiguió.
El Comandante afirmó que fue el General Sandino el que recogió en su alma y corazón la dignidad para seguir forjando el acero.
Recordó que fue por eso que también, durante esa batalla librada durante varios años, un 2 de septiembre del año 1927, buques del Ejército de Nicaragua se dirigían a tres nuevos aeroplanos de bombardeo y otros tres de reconocimiento.
“Los yanquis trayendo con sus tropas también trayendo los bombardeos contra el pueblo de Nicaragua y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, donde un día como hoy en el año 1927, el General Sandino firmó el acta constitutiva del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. No se amedrentó frente a las fuerzas yanquis que eran muy superiores, no se acobardó frente a la aviación yanqui, que bombardeaba pueblos, campos y ciudades, sino que al contrario, ahí se estaba fundiendo más el acero y salieron derrotados los yanquis de Nicaragua”, afirmó.
Relató cómo los invasores tras su derrota tuvieron que recurrir a la traición “al dialogo mentiroso, al abrazo de Judas de Somoza para asesinar al General, creyendo que ahí el valor, la dignidad iba a desaparecer del corazón del pueblo nicaragüense y al contrario, en el corazón de todos ustedes está el corazón del General Sandino, fundiendo más todavía el acero, dándole más fortaleza al acero”, expuso.
Mencionó que para el año 1958, cuando el General Ramón Raudales, miembro del Ejército de Sandino, juramentaba a los combatientes Heriberto Reyes, Julio Alonso Leclerc, Manuel Baldizón, entre otros, entrarían en combate para dar continuidad a su lucha.
“Esto fue exactamente el dos de septiembre de 1958 que se dio ese juramento y entraron en combate, combate desigual, pero era la dignidad, la fortaleza, el arrojo y el General Raudales, con otros compañeros cae en combate el 18 de octubre de 1958, es decir, prácticamente de septiembre a octubre, del juramento pasaron al combate y del combate pasaron a dar la vida, pero no murieron, porque no murieron, porque lo que la sangre de los héroes y mártires lo que hacía era fortalecer el alma de nuestro pueblo”, afirmó.
Seguido de ello, mencionó que fue el Coronel Santos López se encontraría con Carlos Fonseca, Tomás Borge, Jorge Navarro y otros dirigentes del Frente, “y ahí el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional le da de nuevo, inicia de nuevo la batalla, dando la continuidad, la lucha por la libertad, por la paz, por la soberanía y se dan los primeros combates de la guerrilla, la guerrilla llena de mucha fortaleza moral, con pocos recursos y donde los compañeros, entre ellos Jorge Navarro, dando la vida allá en El Bocay, el Patú, los primeros combates del Frente”.
Tras esos combates y la experiencia de guerrilla en la zona fronteriza con Honduras el Frente, a la cabeza Carlos Fonseca Amador, decide trasladarse una zona con más población.
“Donde hubiese más pueblo, por lo tanto, para incorporarlo a la lucha bajo las banderas del Frente Sandinista. Y Pablo Úbeda había estado haciendo esa labor investigativa en la zona de Matagalpa y Jinotega y ahí se toma la decisión de instalar un campamento base en el mayor silencio posible para luego creadas las condiciones empezar a combatir”, aseguró.
En la zona de Pancasán afirmó que se haría un trabajo de hormiga, conversando con campesinos, entrenándolos e integrándolos a la guerrilla.
“Desarrollando redes de comunicación, construyendo buzones para ahí tener reservas de alimento y sobre de miel, la miel puede estar enterrada años y no se daña. Y también reservas de municiones de lo que se venía consiguiendo, era un destacamento pequeño realmente, andaría este campamento por los treinta”, recordó.
La guerrilla de ese campamento sería atacada por la malaria. “Yo recuerdo ahí el campamento, muchos compañeros en las hamacas estaban. ¿Entonces dónde conseguimos un médico? Entonces no dudamos en hablar con el doctor Óscar Danilo Rosales, recién graduado en la universidad de León y que estaba dando clases ya, era muy aventajado en su profesión. Y cuando hablamos con él no dudó en decir: voy para Pancasán”, expresó.
Mencionó que tras su incorporación a Pancasán logró la recuperación de la salud de todos los compañeros afectados por la malaria. “Y ahí fue cuando Francisco Moreno, que le decíamos el Chele Moreno, porque su nombre era Francisco y su apellido Moreno, pero era chele, ojos azules, entonces le decíamos el Chele Moreno, era un muchacho, un muchacho. Y veníamos un grupo aquí con el Frente, yo un poco mayor que él y haciendo labor aquí de alfabetización en los barrios de Acahualinca en los barrios de pescadores, con el Movimiento Estudiantil, con el FER y de vez en cuando éramos capturados, éramos tan jóvenes que al final de cuenta nos liberaban después de tenernos detenidos unos meses y cuando ya el Frente estaba instalando el destacamento en Pancasán él insistió que iba para la guerrilla”.
Dijo el Comandante Daniel Ortega que “ahí fue cuando Francisco Moreno, que le decíamos El Chele Moreno, porque su nombre era Francisco y su apellido Moreno, era Chele, ojos azules, entonces le decíamos El Chele Moreno, era un muchacho, y veníamos un grupo aquí con el Frente, un poco mayor que él, y haciendo la obra aquí de alfabetización en los barrios de Acahualinca, en los barrios Los Pescadores, con el Movimiento Estudiantil, con el FER y de vez en cuando éramos capturados, éramos tan jóvenes porque al final de cuenta nos liberaban después de tenernos detenidos unos meses”.
Continuó con su relato: “Y bueno, cuando ya el Frente está instalando el destacamento en Pancasán. Él insistió en que iba para la guerrilla, como que no se veía bien de parte de los compañeros mayores, que un muchacho que andaba por los 15 y 16 años se incorporó a la guerrilla. Él estaba en la secundaria, pero él insistió se incorporó a la guerrilla”.
“Y así se siguió forjando el acero, ahí se siguió forjando el acero, Francisco Moreno, El Chele, su padre un médico, el doctor José Moreno, su madre también la doctora Estela de Moreno, y luego hay unas notas de Carlos, que dicen mucho de cómo se va forjando el acero, el acero que viene forjándose desde la primera resistencia contra los conquistadores”, subrayó.
“Y estando en el campamento, recuerdo”, dice el Comandante Presidente Daniel Ortega: “que estábamos en el campamento con Carlos, Oscar Turcio, estábamos una cantidad de compañeros ahí, mientras tanto había salido una columna encabezada por Silvio Mayorga, a buscar el cerro Musún. Nosotros estábamos en la zona de la cordillera Dariense, y más hacia adentro estaba el cerro Musún, y como que en la estrategia que se había definido, nos permitía mejores condiciones ahí para construir buzones también y ampliar el área, previendo que en cualquier momento podía caer el Ejército de Somoza, y manteniendo mucha vigilancia, mucho patrullaje”.
“Entonces va la columna encabezada por Silvio y logran detectarla, y la guardia de Somoza, que ya tenía información de que algo se estaba planeando, y fueron varios meses ahí, empezó a desplazarse en contra de la columna que iba encabezada por Silvio. Y se fueron emboscando de tal manera que cuando la columna va avanzando van cayendo en la emboscada que tiene la guardia, y ahí se van dando combates, ahí nadie se rindió, ahí se está fundiendo una vez más el acero, ahí nadie se rindió”.
Cuenta el Comandante Daniel que Francisco Moreno, “como tenía el hábito de la alfabetización que habíamos practicado aquí en Managua, entonces lo primero que hizo, cuando vio que habían campesinos analfabetos ahí en el campamento, los llamó, los sentó y empezó a enseñarles a leer y escribir, y es donde pasa Carlos y dice: Si, enséñales a leer, la frase resultado de la iniciativa de nuestro hermano Francisco Moreno”.
Destaca que Carlos Fonseca les mandó una carta a los padres de Francisco, “ya sabemos la historia, tuvimos que desalojar el campamento central donde estaba Carlos, Oscar Turcio, todos los compañeros y luego aquí en casas de seguridad en Managua y otros puntos, y Carlos entonces, en el mes de marzo de 1968, esta parte de Pancasán, la parte de la emboscada fue a finales del mes de agosto del 67, le escribe a los padres de Francisco Moreno” .
“Quiero dirigirles unas líneas que tal vez llevan un poco de aliento a sus corazones angustiados de congoja, el martirio de Francisco y de los demás compañeros y todos los campesinos explotados no ha sucedido en vano...”
“Porque ahí la guardia arrasó, asesinando campesinos solo por ser sospechosos de estar cooperando con la guerrilla”, agregó el Comandante Daniel.
“Fueron el precio que se dio de pago para que la justicia llegue a florecer”, continúa la carta. Y luego dice: “Nuestros hermanos estrecharon las manos de los campesinos pobres, exprimidos por latifundistas, vimos agonizar y morir de hambre a los niños, estuvimos al lado de los pobres, quien no solo jamás ha ido a una escuela, sino que jamás ha visto con sus ojos una escuela…”
“Porque ahí no había escuelas en todas esas zona”, enfatizó el Comandante Daniel.
“Y tenía Francisco la pureza del alma de un santo. Los cristianos primitivos limpios de espíritus y entregados al bien, lo hubieran considerado como uno de los suyos. ¿Y por qué combatientes con el coraje de Francisco han sido derrotados por los mercenarios de la GN? La respuesta es que en Nicaragua se vienen dando los primeros pasos en la marcha hacia la liberación, y en los primeros tiempos, el movimiento es frágil y tierno”.
“Un escritor lo ha comparado con el raquítico niño campesino, nace raquítico y cuando sobrevive va logrando una gran fortaleza”, ilustró.
"Y dice Carlos: Por culpa de los impostores nosotros nos hemos visto obligados a darle nacimiento a la verdadera rebelión, el futuro es nuestro, el futuro pertenece a la Patria, a la justicia, la sangre que Francisco Moreno donó, ha de ser premiada, el hermano combatiente Francisco Moreno fue un modelo de generosidad y heroísmo”.
“El vivió en un hogar laborioso, donde personalmente nada le hacía falta, renunció a esas comodidades y se lanzó a la vida de peligros”, comentó el Comandante Daniel.
Y continuó leyendo la carta de Carlos Fonseca: “Recuerdo a Francisco en los primeros días que estuve en la montaña, en esos días, las largas jornadas golpearon sus pies, y se le abrieron llagas, pero el no gimió, se sobrepuso, dominó los fangos y pasaba los primeros días, sus piernas se endurecen y se convirtieron en las piernas de un caminante. Dice el apóstol José Martí: ``La sangre de los buenos no se derrama en vano, la vida que a mi me queda no me pertenece a mi mismo, pertenece a los hermanos que han caído, al ideal que hemos abrazado”.
“Y como les decía, con Francisco cayeron Silvio Mayorga y otros compañeros. Estos eran soldados, que continuaban forjando el acero, ahí cayeron heroicamente, eran dirigentes del Frente, fundadores del frente como Silvio Mayorga, Rigoberto Cruz, Pablo Úbeda, fundador del Frente, Carlos Tinoco, Otto Casco, Carlos Reina, el Tigre de Cerro Colorado, Nicolás Sánchez, Ernesto Fernández, Oscar Danilo Rosales. Y ahí sobrevivió Gladys Báez, Edmundo Pérez, que iba y logró sobrevivir, nosotros pensábamos que ya había fallecido, y de pronto apareció en la casa clandestina, y sobrevivió también, Eulalio, un campesino, que era un gran conocedor de los caminos y era un guía extraordinario, para que los soldados, guerrilleros se movieran en la oscuridad, se trasladaron de un lugar a otro en la oscuridad, por la noche. Por el día no se podía transitar porque era exponerse a ser descubierto”, reseñó.
El Presidente Daniel saludó a los embajadores y diplomáticos de Abjasia, Argentina, Bolivia, China, Corea, Colombia, Cuba, El Salvador, Honduras, Irán, Japón, Libia, México, Panamá, Palestina, Perú, Rusia, República Árabe Saharaui Democrática, República Dominicana y Venezuela.
El Presidente Daniel Ortega destacó la situación actual del Ejército de Nicaragua.
"Les decía que ustedes son el momento de mayor consolidación, de mayor fortaleza del EJército de Nicaragua, por eso les decía que aquí se consolidó el acero, eso lo podemos decir con toda la firmeza que lo explicaba el General Avilés, un Ejército para la soberanía, para la paz, para la Seguridad, un Ejército con la fortaleza de nuestros héroes y de nuestros mártires y la de los héroes que nos continuaron a lo largo de ese recorrido que hacíamos hasta Pancasán porque luego vendrá la ofensiva de octubre y ahí crece el Ejército del Pueblo", dijo.
Recordó que para los meses finales de la insurrección, "los soldados del Frente Sandinista se van multiplicando en todos los municipios, en todos los departamentos ya van cercando los cuarteles de la guardia impuesta por los yanquis y se estaba pasando ya luego a una nueva etapa de lucha, de guerra que iba a tomar posiciones, a tomar cuarteles, a librar una batalla de alta intensidad allá en el Frente Sur, donde cuando iban cayendo los cuarteles en esta zona Somoza intentó taponear al Frente Sur, destruirlo y después regresar con esa tropa la EBI que era la fuerza que tenía él más especializada para buscar cómo recuperar los cuarteles que estaban en manos de los soldados del Frente Sandinista".
"Y ahí son combates ya donde había un bombardeo, y también gracias a la solidaridad del Comandante Fidel y a la solidaridad y participación de hermanos latinoamericanos fortalecimos el Frente Sur y no dejamos pasar ahí a las tropas especializadas de los yanquis aquí en Nicaragua y esas tropas fueron derrotadas", agregó.
El mandatario recordó también aquel 19 de julio de 1979, como el día de la victoria con la que nació el Ejército de Nicaragua.
"Y el 19 de Julio cuando ingresamos a esta Plaza, aquí estaba entrando la dignidad de Nicaragua, estaban entrando todos los héroes y nuestros mártires, toda esa potencia, toda esa fortaleza que permitió ir creciendo aun en las mayores dificultades, aún en lo que parecían derrotas, volvía el pueblo a la lucha hasta que finalmente se alcanzó la victoria y con la victoria nació el Ejército del pueblo, nació el Ejército Sandinista, hoy Ejército de Nicaragua para la paz, para la seguridad, para la justicia". expresó.
Destacó el importante trabajo que hacen todos los miembros del Ejército en favor de las familias nicaragüenses.
"Quiero destacar el trabajo que hacen de andar visitando las comunidades, las comarcas, los pueblos aún en los puntos más lejanos, ahí hemos visto los mandos territoriales, ahí hemos visto los mandos nacionales, ahí hemos visto al General Avilés con campesinos, con trabajadores, compartiendo para fortalecer esa unidad que dice Pueblo Ejército, unidad garantía de la paz, garantía de la victoria para que tengamos paz, para que tengamos seguridad".
"Y felicitamos a los compañeros que han sido ascendidos, a los Generales, a los Coroneles, a todos los compañeros ascendidos... Y a ellos, a sus familias y podemos decir con mucho orgullo que en Nicaragua a lo largo de la historia ha logrado fundir el acero de la dignidad, el acero del amor, el acero de la firmeza en el Ejército de Nicaragua. Qué viva el 43 aniversario del Ejército de Nicaragua. Patria y Libertad, Patria y Paz, y que viva Nicaragua bendita y siempre libre", concluyó el mandatario.