Pequeños productores y ganaderos de distintas partes de Nicaragua participaron este jueves en un diplomado sobre transferencia genética bovina organizado por el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Mario Rivera, especialista del INTA, afirmó que este programa fortalecerá las capacidades de registro y certificación de la mejora genética en el ganado bovino del país.
Según Rivera, muchas familias introducen nuevas razas para mejorar la producción de carne y leche, pero carecen de certificaciones que avalen la calidad genética.
“Hoy vamos a recibir el paso a paso para registrar esas mejoras genéticas que ya está en el país. Esos buenos sementales, esas buenas vaquillas producto de la mejora genética, que aún no están certificadas, que no están avaladas, que provienen de un buen semental o de una muy buena vaca. La importancia es que podamos certificar la certificación, es decir, el que produce genética pueda vender, el semoviente pueda vender con una certificación que acredite que es tal raza, que identifique al padre y a la madre”, aseguró.
Para las familias esta es una oportunidad de seguir mejorando la economía local y el comercio justo de los animales que han criado.
“También estamos garantizando buen pasto, buena comida, buena alimentación, para que se desarrolle un buen ternero y ahora tenemos embriones buenos para sacar un buen semental. Tenemos un ganadito y tenemos que mejorarlo. Porque así uno la quiere vender bien y no la ven como cualquier cosa”, comentó Ernesto Barrera, pequeño ganadero originario de León.
María Inocente Caballero, también productora en el occidente del país, expuso, por su parte, que es una forma de obtener una mejor raza de crianza.
“Porque teníamos una raza que ya venía degradándose y con esto ya se ha superado, no solo en nuestra producción de animales, sino también en nuestras comunidades, porque ya teniendo un toro bueno en nuestra comunidad, vamos a tener mejores animales, mejor carne, leche y todo lo que quiere decir el mejoramiento genético”, afirmó.
La búsqueda de la certificación, y transferir estos conocimientos a los productores, principalmente los pequeños, permite seguir mejorando las condiciones de vida de las familias, principalmente en el área rural.